Sentía como si un bicho se hubiera metido bajo mi piel y estuviera creciendo. En realidad, algo de verdad había: qué son sino las bacterias?
La cuestión es que mi cuerpo hizo lo imposible para comerse a esos bichitos que estaban en mi sacro, es decir, formó un ENORME FORÚNCULO alrededor de mi coxis. Y yo no pude sentarme por tres días, me dominó la fiebre, y el día que fui a sacarmelo (o reventármelo más bien), el médico me sacó una foto para sus alumnos, y yo sufrí con mi propio olor a pus que inundó todo el consultorio de urgencias de cirugía.

bashaina

Creo que mis labios menores son un poco más largos que lo normal. Todavía no me acosté con un ginecólogo, pero cuando lo haga, le voy a preguntar.

Love

Necesito tan desesperadamente amor masculino que me imagino una historia con cada uno de mis compañeros de trabajo. Incluso con mi jefe, al que le llevo una cabeza y media.
Y en verdad, me imagino una historia con cada hombre que conozco.

Verde

Ustedes, cuando se limpian la nariz, ¿se hurgan hasta dejar la fosa nasal completamente limpia y sin rastros de cualquier producción del aparato de golgi?

Desconocidos

Hace un tiempo ya, fui a bailar a Puente Mitre.
como no me había agarrado ningún pibe, me pintó agarrarme uno que estaba medio para atrás, ahí en la entrada, sentadito y calladito. Error: transamos y tenía un sabor tan horrible en la boca que sospecho seriamente, que acababa de vomitar.

Granito

En singular, pero no debería ser en diminutivo. Está siempre ahí, pero ese verano creció DESCOMUNALMENTE, hasta ocupar la mitad de mi labio. Labio vaginal, me refiero. Eventualmente reventó en colores varios y me dejó en paz por un tiempo. Desde entonces que me digo, siempre que lo veo, que tengo que ir al ginecólogo.

Duda

¿Qué se hace cuando estás en el trabajo, toda arregladita, y te pica el ano?

Pelitos I

La axila es delicada, pero cuando se encarna un pelo hay que sacarlo. Este que encontré, estaba hace tanto tiempo que tenía tres centímetros y medio de largo. Les juro que lo medí.

Dolores

Un mal de muchos: las hemorroides.
Una termina hasta hablando de ellas con cariño, porque aprendes a tolerarlas como a una pareja.
Mis hemorroides me han hecho sufrir últimamente. Me duele hacia adentro del tracto anal, y me duele hacia afuera, donde a veces sale la bolita tipo várice. Tratar bien a mis hemorroides significa introducirse en el ano una crema, con un aplicador, que para colmo es reutilizable y tengo que lavar. A veces después de ponerme la crema sale con algunos pelitos. Pero cuando las cuido así, me dejan un poco en paz.

Molares inútiles

La ausencia de la muela del juicio dejó un vacío en mi cavidad bucal.
El otro día, relamiendo mis dientes después de comer, encontré que detrás de mi - ahora - última muela, había una costra dura: era sarro acumulado de meses. Me la tuve que sacar con la uña.

MeN

Estoy tan desesperada que la sola presencia de cualquier hombre, sin importar edad ni relación que tenga con él, me pone nerviosa.

Mimbre marrón

Unos días de poco sueño logran cosas increíbles.
Me levanté a las 4 de la mañana, me senté en una silla de mimbre, y mis intestinos me pidieron desesperadamente que haga fuerza para explusar un gas. Atenta a mi cuerpo les hice caso, pero en vez de gas, salió un chorro de cacona. Y atravesó el delicado mimbre de mi silla. Por suerte ya me olvidé cuál era.

Blood

El otro día salí de bañarme y mientras me secaba, un hilito de sangre corrió por mi pierna, hasta el pie. Y entonces recordé que estaba indispuesta.